Clementine caminaba entre los espejos a des tiempos, volviendo lentamente a la estación que dejo inconclusa… donde el silencio era interrumpido por el crujir de las hojas y su cuerpo cambiaba de color.
Otoño nunca fue su estación preferida, pero ya no habían mas historias que poderle contar y cansada de escapar se vio ahí deshojándose de apoco casi por completa, "casi" pues en sus manos retenía las misma hojas secas del otoño anterior en el que decidió huir, y se negaba a soltar.
Clementine desde pequeña creía que el otoño le hacia su destino, a si que peinaba sus ramas y contaba cuentos bajitos sobre un viejo sauce y una luna siempre esclava, hasta hacerlo a adormecer, su leve sonido al respirar la dejaba tranquila hasta su nuevo invierno de agua luz.
Clementine desde pequeña creía que el otoño le hacia su destino, a si que peinaba sus ramas y contaba cuentos bajitos sobre un viejo sauce y una luna siempre esclava, hasta hacerlo a adormecer, su leve sonido al respirar la dejaba tranquila hasta su nuevo invierno de agua luz.